
Un berrido avisa de la realidad. Poderoso se toca la entrepata y siente que el nombre le queda que ni pintado.
Es joven, acaba de nacer y ya piensa en ser más. Compartir o ser ególatra, narciso y duendecillo social.
El capitalismo es la fuente de la expresión artística y rutinaria, le dicen los mayores. No hay más que hablar, piensa Poderoso. Todo es capital, producto e intercambio. ¿Tan mal ha salido todo?
La tierra de Poderoso es abandonada, porque este carnero quiere ver mundo; las verdes praderas de Franchijulineandia se alejan, nuestro recién parido Poderoso vuela, camina,
tropieza, cae, corre y vuelve a caer.Mirando hacia delante. Siempre.

Las idílicas praderas de Franchijulineandia
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